La capital del país, Lima, es el hogar de más de un tercio de los peruanos, en una enorme, ruidosa y ensordecedora megalópolis. La "Ciudad de los Reyes" fue fundada por Pizarro, el conquistador de América del Sur, en enero de 1535 y se convirtió rápidamente en la nueva capital (a expensas de Cusco), reuniendo todas las actividades comerciales y administrativas del imperio. Lima se convirtió entonces en el emblema de la colonización y la dominación hispana. En las últimas décadas se han desarrollado en torno a la ciudad muchas barriadas llamadas "pueblos jóvenes", como las favelas de Brasil, con todos los problemas y desigualdades sociales que esto atrae. Es una ciudad bulliciosa, en perpetuo movimiento, la típica capital de un país en pleno auge económico, que reserva algunas de las joyas culturales e históricas del país para los que se quedan allí. La visita a la capital incluye un paseo por la arquitectura de estilo colonial de Miraflores, San Isidro y el centro histórico, con el complejo arquitectónico de San Francisco, una pequeña joya del patrimonio colonial: la iglesia de San Francisco, La Soledad y El Milagro. También está en el programa una visita a las catacumbas que conservan más de 25.000 huesos humanos.